El sí mismo esencial y la finitud del sí mismo individual en Aristóteles

En la Ética Nicomaquea, Aristóteles afirma más de una vez que el intelecto (noûs) es aquello “en lo que parece consistir el ser de cada uno”. Con esta expresión no se refiere al hombre como individuo sino más bien a la esencia del individuo, lo que cada sujeto es verdaderamente. En un reciente traba...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Di Camillo, Silvana Gabriela
Formato: Objeto de conferencia
Lenguaje:Español
Publicado: 2017
Materias:
Acceso en línea:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/114036
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.13742/ev.13742.pdf
http://jornadasfilo.fahce.unlp.edu.ar/xi-jornadas-2017/actas/DiCamillo.pdf/view
Aporte de:
Descripción
Sumario:En la Ética Nicomaquea, Aristóteles afirma más de una vez que el intelecto (noûs) es aquello “en lo que parece consistir el ser de cada uno”. Con esta expresión no se refiere al hombre como individuo sino más bien a la esencia del individuo, lo que cada sujeto es verdaderamente. En un reciente trabajo, “Aristote et le soi-même”, Alain Petit encuentra aún más acepciones del sí mismo en el libro IX de la Ética Nicomaquea. Así, distingue entre una acepción exclusiva, que significa ser sí mismo y no ser otro (ipseidad), y una acepción esencial, que significa ser verdaderamente sí mismo (identidad). Esta concepción esencial del sí mismo es la que está puesta en correlación con el sí mismo noético. Pero además de estas acepciones, Petit considera que hay una concepción gradual del sí mismo. El hombre, en tanto sujeto de acciones contingentes, puede deteriorarse o puede perfeccionarse. Petit sostiene que la ipseidad del sujeto puede ser cultivada y tiene como fin el sí mismo esencial y no el sí mismo exclusivo. En efecto, el perfeccionamiento ético tiene un télos (“fin”), que no es otra cosa que la actividad racional, es decir, el sí mismo esencial (Petit, 2014:58-9).