Actores armados no institucionales en el ámbito del derecho internacional humanitario - DIH : caso colombiano : actores armados no institucionales que operan en Colombia a la luz del DIH

Introducción: Colombia ha sufrido desde hace varios decenios un conflicto interno armado que ha causado una gran cantidad de víctimas directas y que ha retrasado el desarrollo de la sociedad en general. Los gobiernos de turno han adelantado procesos de negociación con organizaciones al margen de la...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: García Otero, Ruth Cristina
Otros Autores: Portella, Jorge Guillermo
Formato: Tesis doctoral
Lenguaje:Español
Publicado: 2021
Materias:
Acceso en línea:https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/13058
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Descripción
Sumario:Introducción: Colombia ha sufrido desde hace varios decenios un conflicto interno armado que ha causado una gran cantidad de víctimas directas y que ha retrasado el desarrollo de la sociedad en general. Los gobiernos de turno han adelantado procesos de negociación con organizaciones al margen de la ley, con el objetivo de construir un camino que conduzca a la consolidación de la paz. Sin embargo, luego de todos estos procesos adelantados tanto con guerrillas como con paramilitares, quienes también incurrieron en actos de terrorismo, han surgido actores armados que son consecuencia o herencia de los anteriores grupos ilegales, que también llevan zozobra y terror a la población civil y fenómenos que afectan el desarrollo de la sociedad y la realización de la vida ciudadana. Dentro de esos otros actores armados de carácter no institucional, derivados de la lucha armada colombiana, se encuentran organizaciones delictivas cuya caracterización social y jurídica, de impacto en el acontecer nacional y que en el lenguaje periodístico y cotidiano del país se conocen bajo la denominación de “bandas criminales” o BACRIM. El Estado no ha logrado combatir y someter a la justicia a estas organizaciones; a pesar de que han sido capturados y dados de baja algunos de sus líderes, esas organizaciones simplemente designan a sus reemplazos y continúan cometiendo crímenes que aterrorizan a la ciudadanía, sin el menor respecto por el tipo de objetivos, sean civiles o militares. Estos grupos se disuelven y reintegran tomando otras autodenominaciones y variando sus integrantes a lo largo de los años 2006- 2018, pero siempre bajo un esquema de violencia sostenida, mediante el uso de prácticas y armamentos propias de grupos militares con consecuencias y resultados devastadores para la población.