Bien común, justicia y paz
La sociedad política, fundada en el derecho natural: La persona humana y la familia —instituida ésta por Dios a través de la inclinación de la naturaleza humana— y las sociedades intermedias, libremente organizadas por sus miembros, no se bastan a sí mismas para lograr plenamente sus fines y, en t...
Guardado en:
| Autor principal: | |
|---|---|
| Formato: | Artículo |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
Pontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
2022
|
| Materias: | |
| Acceso en línea: | https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14313 |
| Aporte de: |
| Sumario: | La sociedad política, fundada en el derecho natural:
La persona humana y la familia —instituida ésta por Dios a través de la
inclinación de la naturaleza humana— y las sociedades intermedias, libremente organizadas por sus miembros, no se bastan a sí mismas para lograr plenamente sus fines y, en tal sentido, son imperfectas y están necesitadas de integrarse en otra sociedad superior, que les proporcione los medios para llevar a
cabo su desarrollo integral.
De ahí que la persona —y la familia y las sociedades intermedias— estén
conducidas por una inclinación natural, de 'un modo moralmente necesario, a
la sociedad política, y■ que ésta, por eso, sea de derecho natural o de institución
divina. En efecto, por una inclinación inscripta en su propia naturaleza, Dios
conduce al hombre a la unión con los otros en la comunidad política, en busca
de: 1) la defensa de sus derechos, y de 2) la constitución de las condiciones
necesarias o convenientes para su desarrollo, que son el bien común.
Sin embargo, conviene no confundir el origen histórico de las naciones
o sociedades políticas concretas —por ejemplo de la República Argentina o de
Italia— con el origen natural de las mismas. El primero obedece a causas contingentes de origen étnico, geográfico e histérico y, en tal sentido, ninguna nación concreta es de origen natural y divino.
Lo que es natural, y como tal proveniente de Dios, es la inclinación que
de un modo moralmente necesario lleva a los hombres, a través de estas circunstancias contingentes que se les presentan, a la formación del Estado o sociedad política. De una forma o de otra —monárquica, aristocrática o democrática, con múltiples matices cada una de ellas, y con un origen histórico circunstancial, en cada caso— por debajo de todas estas formaciones concretas y
contingentes del Estado, hay una fuerza o nisus natural, que lleva de un modo
necesario a los seres humanos a unirse y constituirse en sociedad política.
El fin, que de esta manera mueve y conduce a los hombres a organizarse
en, sociedad o Estado es, por una parte, la seguridad o amparo de los derechos
personales y familiares, y también de las sociedades libres intermedias.
La persona tiene derecho natural a su existencia, a la vida, a su integridad
física y moral, al alimento, al trabajo, a la propiedad de los bienes de consumo
y medios de producción, al matrimonio y a la familia, a la cultura y a otros
muchos bienes más... |
|---|