Violencia y memoria. El testimonio en “El relato”, de Ursula K. Le Guin

El relato es el título de un libro publicado por la autora feminista norteamericana Ursula K. Le Guin (1929) en 2000, a partir del que construiré el objeto de estudio con el que trabajaré en la presente comunicación. La historia narrada en este texto se desarrolla entre dos mundos, uno de ellos domi...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Kundt, María Belén
Lenguaje:Español
Publicado: Hemisferio Derecho. 2017
Materias:
Acceso en línea:http://repositoriodigital.uns.edu.ar/handle/123456789/3153
Aporte de:
Descripción
Sumario:El relato es el título de un libro publicado por la autora feminista norteamericana Ursula K. Le Guin (1929) en 2000, a partir del que construiré el objeto de estudio con el que trabajaré en la presente comunicación. La historia narrada en este texto se desarrolla entre dos mundos, uno de ellos dominado por un totalitarismo de base religiosa y otro, por uno de base cientificista. En ambos planetas los gobiernos controlan hasta los más mínimos detalles de las vidas de los ciudadanos, desde la vestimenta hasta la sexualidad y la educación. Queman las bibliotecas, destruyen así efectivamente su propia historia, y establecen un relato oficial, es decir, crean una nueva cultura que niega el pasado y lo distorsiona para servir a los propósitos de las autoridades. A partir de los desarrollos teóricos de Friedrich Nietzche (1998) y Tzvetan Todorov (2000) acerca de la historia y la memoria, analizaré los modos mediante los que los gobiernos totalitarios destruyen, construyen y manipulan la historia en función de sus propios fines, y la incidencia que esto tiene en las vidas de los ciudadanos. Asimismo, reflexionaré sobre la importancia del testimonio, que busca rescatar la historia del olvido, y el significado que tiene en las vidas de quienes han sufrido la violencia del Estado. Contar la historia de la violencia vivida en carne propia, o la historia de la violencia vivida por otros cercanos, si bien son dos hechos diferentes, es indispensable a la hora de reconstruir un mundo cuya población, cultura y memoria han quedado devastadas. Narrar permite enfrentar lo sucedido y asumir la responsabilidad personal y social por el papel desempeñado; ambos actos son esenciales para poder encarar la tarea de rescatar lo que haya quedado y empezar a construir una realidad nueva, desde un lugar que permita curar, en la medida de lo posible, las heridas sufridas.