Múltiples cinéticos. Entre la vocación industrial y las soluciones artesanales

En 1966 Julio Le Parc representó a la Argentina en la 33˚ Bienal de Venecia y recibió el Gran premio de pintura para artista extranjero. Según indican las reseñas de la prensa internacional, entre los 220 artistas de 37 países que conformaban la exhibición, la sala del argentino fue de las más visit...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Plante, Isabel
Formato: article artículo publishedVersion
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Humanidades y Artes. Escuela de Bellas Artes 2019
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/2133/15224
http://hdl.handle.net/2133/15224
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Descripción
Sumario:En 1966 Julio Le Parc representó a la Argentina en la 33˚ Bienal de Venecia y recibió el Gran premio de pintura para artista extranjero. Según indican las reseñas de la prensa internacional, entre los 220 artistas de 37 países que conformaban la exhibición, la sala del argentino fue de las más visitadas, junto con la Tactile Chamber del japonés Ay-O. En esos años, las múltiples exposiciones dedicadas al arte cinético atrajeron grandes cantidades de visitantes, al punto que el cinetismo parecía aproximarse a uno de sus objetivos más ambiciosos, heredado de la vanguardia constructivista: producir un arte abstracto que no resultara elitista, integrar arte y vida a partir del abandono de las convenciones de un arte burgués perteneciente al pasado.