Justicia, aislamiento y videoconferencia. La experiencia del Derecho Internacional Privado en desandar barreras: guía de buenas prácticas de la Conferencia de La Haya 2019

Desde que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dispuso catalogar la nueva enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) como pandemia, el planeta se desvive para equilibrar dos tensiones. Por un lado, la necesidad de generar barreras para la propagación de un virus (SARS...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Harrignton, Carolina
Formato: bookPart
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Derecho 2021
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/11086/19972
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Descripción
Sumario:Desde que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dispuso catalogar la nueva enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) como pandemia, el planeta se desvive para equilibrar dos tensiones. Por un lado, la necesidad de generar barreras para la propagación de un virus (SARS-CoV-2) que pone en jaque las estructuras sanitarias nacionales y condujo a todos los países a la adopción de medidas protectorias de diferente naturaleza, afectando así el desenvolvimiento de la sociedad desde múltiples perspectivas. Frente a esto, la evidente fortaleza que moviliza a personas e instituciones hacia la potenciación de canales de comunicación para ejecutar de manera segura las actividades necesarias para el funcionamiento de la sociedad. La administración de justicia es uno de los ámbitos en los que sus protagonistas (jurisdiccionales y auxiliares, de un lado y del otro de la barandilla) han debido -forzosa y repentinamente- no sólo explorar y adaptar cauces ya existentes, sino también incorporar herramientas novedosas para llevar adelante un servicio imprescindible para la vida social. El sector no ha sido ajeno a la necesidad de conformar nuevas estructuras de trabajo, como consecuencia del flagelo que nos azota. Las cortes a lo largo y a lo ancho del globo se vieron forzadas a adoptar una impronta flexible y creativa para llevar adelante funciones esenciales. Sin lugar a dudas, la tecnología se ha consolidado como una inexorable aliada para mitigar los efectos de aislamientos, confinamientos, cuarentenas, distanciamientos u otras maneras de restringir la acción presencial en tribunales de todos los países. A nadie sorprenderá la descripción, pues súbitamente, todo se trasladó al ciberespacio. Sensatamente se ha señalado que no hubo tiempo para largos e interminables debates, ni para la incorporación de paulatinas innovaciones; tampoco para el aprendizaje de nuevas destrezas o habilidades. Pues así, sin querer queriendo, pasamos a generar un descomunal cúmulo de información que únicamente queda almacenada en registros informáticos.